I - Bosquejo introductivo sobre la cuestión agraria
Siguiendo el hilo del tiempo
Amadeo bordiga
El progama comunista nº21 del 19 de noviembre de 1953
1 - Enganche - Una deficiente visión sobre la cuestión agraria y nacional lleva a negar la importancia histórica de los movimientos campesinos propietarios y de las nacionalidades sometidas.
2 - Fórmula fácil para los pastores y los rebaños - Se dice que en la crítica del capitalismo por parte de Marx y en el medio para llevar a cabo el programa del comunismo basado en el choque entre las fuerzas de los capitalistas industriales y de los trabajadores asalariados de las fábricas – forma ésta que engullía a todas las demás de la producción social – el innovador Lenin habría colocado en primer lugar el choque de fuerzas entre el pequeño campesino y el terrateniente, como forma preminente en la dinámica de la revolución. Esta desvergonzada falsedad afirma que Lenin hizo la revolución con las fuerzas campesinas. Para el filisteo el leninismo es el descubrimiento del modo de volver idiotas a los campesinos para que lleven a cabo la revolución obrera.
En todas sus históricas y potentes polémicas sobre la cuestión agraria Lenin se batió contra la inconmensurable bestialidad de los seudomarxistas acerca de los problemas olvidados por Marx y la corrección de sus errores. Es Lenin quien remacha que Marx ha abordado de manera original y completa la cuestión agraria, sobre la cual, junto a Engels, ha escrito el doble de páginas que sobre la cuestión industrial.
3 - Lenin y los "manuales" - Lenin contra Bulgakov demuestra la validez en materia agrícola de la ley de la disminución de la tasa de ganancia gracias a la mejora de la composición orgánica del capital (más capital constante, menos capital variable; o sea más máquinas y materias primas, menos trabajo humano).
Lenin defiende a Kautsky por haber dado las características de la economía feudal y capitalista y por haber precisado los caracteres del paso de una a otra.
4 - Economía rural e historia - La investigación de los cambios en las formas de producción y de economía agrícola, que puede decirse que hasta ayer han sido la parte preponderante de toda la economía social, debe ampliarse a todo el ciclo histórico humano. El marxismo hace una crítica abierta, con una base exclusivamente científica, del reparto molecular de la tierra, causa de parálisis y de infinita miseria. En esta materia es importante establecer la preponderancia del método histórico para clarificar el método social. Son relevantes los factores de la limitación de la tierra y de la así llamada fertilidad decreciente.
Entre los germanos, por ejemplo, hay una preponderancia de terrenos para uso civil y estatal; entre los latinos por el contrario se da el completo desarrollo del sistema alodial (posesión privada). Los germanos, poco numerosos en un amplio territorio, usaban el secular y milenario sistema de los tres campos: de tres terrenos iguales alternativamente, en uno se cultivaba trigo, el cereal más nutritivo, en otro centeno, cebada o avena, cereales menos nutritivos, y el restante quedaba en barbecho.
A la larga no será la tierra, sino el ganado, que pasta en terrenos comunales, el objeto de valor y artículo de comercio. Pecunia (dinero) deriva de pecus (ganado).
La propiedad privada deriva tanto del reparto del terreno colectivo entre familias debido a la violencia, la esclavitud o la conquista.
En los pueblos germánicos el cultivo en común desaparece bastante tarde; por el contrario en Italia el reparto individual es prerromano (el Dios Termine establece que la posesión de tierras es sagrada e inviolable) debido a una agricultura antiquísima (vid, olivo, frutales, horticultura) superior a la cerealista.
En Italia las formas feudales tienen una escasa influencia y desaparecen rápidamente en el periodo comprendido entre la caida del imperio bizantino y la época de las Ciudades-Estado en la cual se daría una agricultura intensiva (huertos y jardines) y ya plenamente capitalista..
5 - Salida del feudalismo - En el sistema feudal el siervo daba al patrón una renta en especie o en trabajo con jornadas de trabajo en su jardín y con cuotas de productos de su parcelita; por eso hablamos de una economía natural. El propietario moderno de la tierra, el terrateniente, recibe sin embargo una renta en dinero.
Al mismo tiempo la posesión de la tierra pasa de inviolable a alienable; de igual manera el trabajador de la tierra vinculado a la tierra, se vuelve libre. Inicialmente este proceso no está determinado únicamente por la imparable exigencia de beneficiar a las fuerzas productivas manufactureras, ya que también viene acompañado de una desarrollo similar de las fuerzas productivas agrarias.
Según Kautsky: "En la época feudal no existía otra agricultura fuera del pequeño cultivo, y las tierras de la nobleza eran cultivadas con los mismos instrumentos usados por los pequeños campesinos. El capitalismo ha creado por primera vez la posibilidad de la agricultura a gran escala, técnicamente más racional que la pequeña".
Lenin establece claramente que en el marxismo la agricultura actual se transforma en capitalista en su estructura económica interna para que pase de natural a mercantil.
La presunta independencia de la pequeñísima explotación obliga a una mayor carga de trabajo al propietario del pedacito de tierra. Pero dentro de los límites del capitalismo, no hay que esperar la desaparición de la pequeña producción en la agricultura.
"Las cooperativas de los pequeños agricultores son naturalmente un paso hacia el progreso económico, pero expresan una transición hacia el capitalismo y no hacia el colectivismo, como se piensa y se afirma frecuentemente" (Kautsky).
Los pilares marxistas que sostienen la valoración del paso de un modo de producción a otro en la agricultura son los elementos sustanciales para echar por tierra esa estúpida opinión popular mundial de un Lenin repartidor de tierras a los pequeños campesinos.
6 - Arte y naturaleza - En las doctrinas sobre la economía agraria coloca en primer lugar las fuerzas naturales, y por tanto la tierra, otra opuesta pone en primer lugar el trabajo del agricultor, y por tanto al hombre. La polémica surge en torno a las fuentes de la riqueza. Los últimos feudales y los primeros burgueses consideran a la naturaleza y a la tierra como las únicas fuentes de la riqueza; pero para la escuela capitalista clásica el trabajo es la fuente de toda riqueza.
En la teoría de Marx la renta de la tierra no es un don de la naturaleza al propietario, ligado a su ocupación de una porción de terreno, sino solamente una fracción de la plusvalía, o sea de trabajo de los agricultores, pero no pagado en dinero. Si un campo, sin laboreo, produjese cíclicamente pan, como el famoso árbol tropical, obtendríamos una renta de la naturaleza. Pero Lenin se indigna contra estos cuentos, porque nunca se ha podido comer sin la mediación del trabajo.
La discusión sobre el origen de la riqueza agraria, ya sea a través del trabajo o de las fuerzas de la naturaleza, o bien atribuida a la clase terrateniente o la abstracta nación, se limita a querer descifrar las economías basadas en el reparto privado y en la explotación. Y a estos efectos es fundamental la tesis según la cual todo procede de la apropiación por parte de una clase del trabajo de otra, tanto en la producción feudal como en la capitalista.
No existe Renta para un solo individuo que no haya sido robada al trabajo humano. Esta es toda la teoría sobre la renta de la tierra: negamos a los ladrones la facultad de hacer ciencia económica.
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