martes, 20 de septiembre de 2011

XV – Así se codifica el marxismo agrario -El programa comunista -Siguiendo el hilo del tiempo-bordiga-1954-0612

XV – Así se codifica el marxismo agrario

1 – Última etapa – Si siguiendo la construcción marxista de la cuestión agraria no hemos hecho ninguna innovación ni aportado ninguna variante, tenemos no obstante que repetir que no pretendemos llevar a cabo ninguna "materia" escolástica, dentro de los límites de un programa que la aísle de las demás.
La importancia dada al sector agrario y a su teoría está en el hecho deque abarca a todo el sistema. Para comprender su evolución es necesario llegar a la clarificación de todos los puntos básicos generales y centrales, comprender la explicación de todo el mecanismo de la sociedad actual, ofrecer las ecuaciones de su dinámica; seguramente extrapoladas, en el futuro, al igual que en el pasado.
2 – El giro de Rusia – El problema de la influencia de las clases rurales había sido definido completamente antes de los dos procesos, el de la revolución burguesa que acaba con el sistema de la servidumbre feudal y el de la revolución socialista dirigida por los trabajadores asalariados, tanto de la industria como de la tierra, en países en lo que están presentes capas relevantes de otras clases rurales, como los pequeños colonos y propietarios.
La solución de las dudas aparece en los textos "clásicos"; tal y como fue reivindicada por Lenin y tal y como se presentó en la lucha social en Rusia.
3 – Entre enemigos y aliados – Con el nacimiento de la teoría que explica las luchas entre grupos humanos según los intereses materiales y la posición social en la producción, se plantea junto al odio de clase el tema de las alianzas entre las clases.
Teoría de la lucha de clase no quiere decir división de la sociedad en dos clases. Siempre hay más de dos clases. Nosotros afirmamos que vamos hacia la sociedad sin clases; no que se deba pasar antes por la sociedad biclasista.
La moderna sociedad capitalista modelo se compone de tres clases: proletarios, capitalistas, terratenientes, con tres alineamientos de uno contra dos y de un cuarto en el que cada uno está contra los otros dos.
En las épocas incandescentes de la historia uno de los grupos de clase toma la posición de asalto contra todos.
La clase proletaria encuentra frente a ella al fabricante capitalista, y observa la existencia de otras clases que ya se movían en la vieja sociedad medieval. Surge inmediatamente la cuestión de la alianza con algunas de ellas; y de diversas maneras. El marxismo admite en determinadas circunstancias históricas plantear e imponer la exigencia de la alianza armada y combatiente en guerra civil y nacional entre asalariados y sus patronos burgueses; así es como aparece perfilado en las relaciones entre el proletariado y las demás clases al día siguiente de la completa victoria burguesa sobre el régimen feudal.
Solamente el proletariado no tiene nada que asegurar. Solamente la clase asalariada es verdaderamente revolucionaria porque no está ligada a las famosas formas de familia, herencia y patria.
Los otros estratos, destinados a romperse como formaciones geológicas de materiales frágiles e inestables ante el empuje de rocas más duras, fueron colocadas en su sitio por el marxismo, y no solamente condenadas a desaparecer.
La clase obrera, fuerza de primera línea de la revolución social, tiene enemigos; pero también aliados. En otros tiempos luchaba "contra los enemigos de sus enemigos". Llegará otro momento en el que junto a ella, en las revueltas, esos estratos menores se pondrán de su lado, pero nunca deberán tomar las posiciones centrales, ya que siempre estarán dispuestas a ponerse del lado del más fuerte.
4 – Marx y Francia – Medio siglo después del primer triunfo de la burguesía, mucho más de la mitad de la población francesa era campesina; estrato social distinto de los trabajadores asalariados y de los capitalistas. Los personajes del drama no son dos, sino tres clases. Desde entonces ha pasado un siglo y la economía francesa se suele describir como preponderantemente agraria y con más de la mitad de la población trabajando en el campo; un sector muy abierto a la exportación.
El secreto de las revoluciones antifeudales no tiene nada que ver con el "reparto de tierras" ni en Francia en 1789 ni en Rusia en 1917. Los campos ya estaban subdivididos en pequeñas fincas autónomas técnicamente, pero sobre muchas de ellas pesaba el derecho de los señores feudales y de las instituciones religiosas. Una ves suprimido esto, la tierra es "libre"; pero no se han tenido, como norma, no conquistas por invasión ni marcación de nuevos confines entre las parcelas. Existían dos miserables formas: la servidumbre y el cultivo mínimo. La primera sucumbió, la segunda por desgracia aún sigue. Acto primero. "No se pagó precio alguno".
"Las generaciones sucesivas pagaron bajo la forma de precio del terreno lo que sus antepasados semisiervos habían pagado bajo la forma de renta, de diezmos, de prestaciones personales, etc" (Marx). Cuanto más crece la población, más se divide la tierra, más se encarece, más se eleva la deuda del campesino. Pero cuanto más subdivide el terreno, más disminuye su fertilidad y más desigual es el aumento de productividad. "En la misma medida en que crece la población y con ella la subdivisión del suelo, se encarece el instrumento de producción, la tierra, y decrece su fertilidad, decae la agricultura y el campesino se adeuda" (Marx). Hoy, con el ciclo concluido, "el campesino francés bajo la forma de intereses por anticipaciones no hipotecadas obtenidas del usurero, cede al capitalista no sólo la renta de la tierra, no sólo el beneficio industrial, no sólo en una palabra toda la ganancia neta, sino también una parte del salario del trabajo, precipitándose de este modo al nivel del arrendatario irlandés – y todo esto con el pretexto de ser propietario privado" (Marx).
5 – Los campesinos y la política – Dice Marx: "Se ve que la explotación de los campesinos difiere de la del proletariado industrial únicamente en la forma. El explotador es el mismo, el Capital. Los capitalistas explotan a los campesinos con la usura, la clase capitalista explota a la clase de los campesinos con el impuesto del Estado".
El leninismo dice a los campesinos que la dictadura de los obreros es la de sus aliados; cosa ya escrita por el marxismo en 1850 junto a que la república constitucional es la dictadura de todos sus explotadores; Lenin remachó también esto.
En 1950 decir al campesino que la salvación de la constitución republicana es su ideal, que la garantizará la propiedad privada de la tierra, ¿qué es, pues?. ¿Marxismo, leninismo, socialismo democrático y pequeño burgués? No es el caso de elegir entre definiciones limpias: es una necedad.
6 – Entre Bonaparte y la Comune – Dice Marx: "Los Bonaparte son la dinastía de los campesinos; que entendámonos, no representa al campesino que quiere superar sus propias condiciones de existencia, su pedacito de tierra, sino al que quiere consolidarla cada vez más".
Estos estalinistas itálicos, que luchan por la consolidación del campesino dentro de un pedazo de terreno, ¿son napoleónicos o vespasianistas?
En el tercer trabajo de Marx sobre la historia de Francia – verdadero horario ferroviario del expreso de la revolución, anunciado con retraso, pero que pasará de manera estrepitosa – se insiste en la relación entre proletariado y campesinos.
Marx remacha que "la Comune tenía perfectamente razón gritando a los campesinos: nuestra victoria es vuestra esperanza". Marx prevé que tres meses de relaciones entre el París comunero y el campo de Francia habrían provocado una sublevación de los campesinos: los Junkers franceses lo sabían y, una vez más Marx, "de aquí su ansiedad apresurada para rodear París de un muro policial", que sofocaría en sangre el primer gobierno del proletariado.
7 – Engels y Alemania – Engels recuerda que en Alemania hubo una gran lucha antifeudal con la revuelta de los campesinos de Munzer en 1525, que la historia corriente trata como una guerra de religión, sin percatarse de su base social.
Los campesinos fueron derrotados y redobladas las cadenas de la servidumbre feudal. Pero los nobles del campo perdieron mucha riqueza y autonomía a favor del pequeño principado: fue un golpe a la dispersión feudal. De esto se aprovecharon los pequeños príncipes.
En 1848, una ves derrotados los obreros, los campesinos y los burgueses de la ciudad, los que se aprovecharon fueron los grandes príncipes. Pero detrás de los pequeños príncipes de 1525 estaban los pequeños burgueses; detrás de los grandes de 1848, estaban los grandes burgueses y detrás de ellos los proletarios. En este sentido unitario, incluso la contrarrevolución es un paso histórico adelante. Estuvo bien Sedan y la formación del imperio que lleva a la centralización alemana con 350 años de retraso sobre Munzer.
Una gran cuestión histórica se cierra así y se abre la de la Internacional roja en Europa, de la dictadura del proletariado sin nación.
La inferioridad del campesino es precisamente que el máximo nivel histórico que puede alcanzar, incluso mediante una revolución, es nacional.
En el prefacio de 1874 Engels se ocupa del asunto de las alianzas. Los burgueses ya se habían aliado con todas las fuerzas reaccionarias: nobleza, monarquía, ejército, clero, burocracia.
En 1870, Engels dice, ya tenemos a la nueva clase, el proletariado. Pero todavía está muy lejos de formar la mayoría. Debe por tanto, (cuanto se ha manejado después este por tanto) recurrir a las alianzas; y "no puede buscarlas más que entre los pequeños burgueses, en el subproletariado de las ciudades, entre los campesinos pequeños propietarios y los jornaleros agrícolas".
8 – Aliados a concurso – Pasemos revista a estas fuerzas sociales.
Engels: "No hay que fiarse de los pequeños burgueses, salvo el día de la victoria, ya que entonces armará una gran juerga en la taberna. No obstante hay entre ellos óptimos elementos que se unen espontáneamente a los obreros".(Esto afecta a la organización del partido, que no está ligada absolutamente a la forma obrerista)).
En lo que se refiere al Luumpenproletariat, o delincuentes de las ciudades, según Marx – "quien se sirve de estos miserables traiciona la causa".
"Los pequeños campesinos – ya que los medios pertenecen a la burguesía – o son campesinos feudales, todavía atados con obligaciones hacia su señor; o son arrendatarios; el alquiler es tan alto que dependen enteramente de las gracias del propietario. ¿De quién pueden esperar ayuda si no es de la clase obrera? Quedan los campesinos que administran su propio terreno, exprimidos por los burgueses y por los capitalistas usureros. Pero están muy ligados a la propiedad, que realmente no les pertenece a ellos, sino al usurero. Se les puede convencer de que su única liberación vendrá con un gobierno de la clase obrera".
Engels trata finalmente a los asalariados agrarios señalando su perfecta analogía social con los obreros urbanos.
Engels en 1874 debía deplorar una vez más que en esta clase se reclutasen los electores de los junkers y de los burgueses, de los nacional-liberales y del centro católico. Tal vez en Italia se iba un poco más lejos: clero y liberales tenían eco en el campo; pero donde era mayoritaria la clase jornalera, desde finales del siglo XIX, era fuerte el movimiento político socialista.
Al asalariado agrícola no se le pide que sea un aliado; es un hermano en el ejército de la revolución, en el que muchas veces ha estado en primera línea.
9 – Tesis que anuncian la catástrofe
a - Naturaleza y trabajo – Los bienes de uso de los que dispone la sociedad provienen del trabajo humano. Dispone de bienes que no ha producido ninguna clase que controla los productos a través de: los productores, su derecho a acceder a la tierra, los instrumentos de trabajo.
b - Riqueza y sobretrabajo – Los recursos (bajo la forma de Beneficio, Renta e Interés) de clases no productivas provienen del Sobretrabajo )o (Sobreproducto) de las clases productivas a las cuales, para su conservación y reproducción, las instituciones políticas (o sea la fuerza del poder del orden vigente) atribuyen la parte menor del producto.
c - Partición del producto – El producto (el valor formado en la producción originado todo por el Trabajo) contiene cuatro elementos: Capital constante, Capital variable, Beneficio y Renta. A esto hay que añadir: el Salario, el Beneficio para los empresarios capitalistas y la Renta para los propietarios de la tierra.
d - Patrimonio y capital – El Beneficio de empresa tiende a nivelarse a una tasa media, mientras no intervenga la Renta. En este caso el producto se vende al precio de producción.
Para el marxismo la tasa de plusvalía es la relación entre el Beneficio y el Capital variable; la tasa de beneficio es la relación del Beneficio con el coste de producción, Capital constante más Capital variable.
Para la economía común la tasa del útil o del dividendo es la relación del beneficio con el acto patrimonial. Hay que precisar que la tierra, el capital monetario y el valor estimado de los medios de trabajo (en el caso de que permanezcan íntegros respecto al producto neto) sólo son títulos sociales a añadir al Beneficio (o sea al Sobretrabajo; y al Sobrebeneficio si existe) y no entran en el cálculo de repartición del producto total vendido (el "facturado" de los burgueses).
e - Renta diferencial – El Interés es una parte del Beneficio; el resto es beneficio de empresa. La Renta surge si hay un extrabeneficio respecto a la tasa media social del beneficio.
Una empresa agraria da extrabeneficio respecto a otra si, a paridad de las demás condiciones, la fertilidad más elevada permite una mayor cosecha. La diferencia neta va al propietario como Renta diferencial.
f - Ley del terreno peor – El precio de los productos industriales tiende a su valor de cambio, igual al precio de producción, que comprende el Beneficio en su tasa media.
El precio de los productos agrícolas es igual al precio de producción individual del terreno menos fértil, que compensa Gastos y Beneficio medio. En los terrenos más fértiles a paridad de gastos, se tiene un producto mayor con un precio de producción particular menor; por eso se forma un Sobrebeneficio que se convierte en Renta.
g - Renta absoluta – Hay una Renta absoluta también en el terreno menos fértil y en este caso también el precio de mercado es superior al valor, o sea al precio de producción en las peores condiciones; esto sucede cuando la tierra está totalmente ocupada y gestionada por empresas capitalistas.
El modo histórico de producción capitalista al difundirse hace caer el precio de las manufacturas y subir el de los alimentos.
h - Industria y agricultura – El capitalismo no puede compensar: los precios industriales y agrarios; la satisfacción de las necesidades según una utilidad social: la distribución de la riqueza, del capital y de los ingresos. Por eso tiende a desequilibrarse cada vez más. Esto sucede porque el reparto del producto entre las clases se debe a un precio corriente de mercado igual para mercancías producidas en condiciones y en relación de esfuerzos y resultados diversos. Esto se debe a la ley del valor (o del intercambio entre equivalentes) y a la distribución mercantil.
El capital industrial actúa con una composición orgánica cada vez mejor (alto grado tecnológico) que determina el descenso histórico general de la tasa de beneficio con igual tasa de plusvalía.
En la agricultura este proceso está bloqueado tanto por el monopolio privado de la tierra como por la nivelación mercantil del todo el producto a intercambiar y de la relación desfavorable población-tierra.
El paso de la Renta de la tierra al Estado no eliminaría en absoluto las causas de este hecho esencial.
i - Comunismo y antimercantilismo – Las medidas que no salen del marco mercantil y por tanto capitalista, dejarían inalterada la relación entre el enorme trabajo social global y el escaso consumo social global; y así las descompensación entre aportaciones de trabajo y consumos.
Estos son las características del programa comunista de la revolución del proletariado para superar el despotismo empresarial y la anarquía de la producción:
1) Abolición de la administración de la producción mediante empresas.
2) Abolición de la distribución mediante el intercambio mercantil y monetario, tanto para los productos-mercancías como para fuerza de trabajo humana.
3) Plan social unitario, medido por cantidades físicas, para la asignación de las fuerzas de trabajo, de las materias primas, de los instrumentos en los diversos sectores productivos y de la asignación de los productos en los centros de consumo.
El socialismo es la abolición de cualquier valor mercantil y de cualquier trabajo forzado y obligado. El sobretrabajo de cada individuo es ofrecido a la sociedad (no a otros ni a sí mismos).
10 – Parcelación y miseria – Los estratos de la población agraria trabajadora no asalariada, de los cuales nunca podrá librarse la sociedad capitalista, son la supervivencia de pasadas formas sociales. Ellos forman una clase, casi una casta de oprimidos, atrasada respecto al mundo moderno, incapaz – por mucho que sus revueltas por el hambre puedan perturbar el poder burgués – de configurar nuevas formas sociales revolucionarias.
La revolución es una tarea propia de la clase de los proletarios asalariados de la industria y de la tierra; y su función histórica exclusiva es la dictadura revolucionaria.
11 – Monopolio y concurrencia – La teoría marxista del valor niega la teoría burguesa de la concurrencia revelando el carácter de monopolio de clase de la economía capitalista.
Los fenómenos recientes, que han confirmado la doctrina marxista y todas sus previsiones, están plenamente encuadradas en los rigurosos teoremas sobre la Renta (aplicados a todas las fuerzas naturales: agrícolas e industriales) y representan las bases actuales de los sobrebeneficios y monopolios y de los parasitismos rentistas, que agravarán posteriormente la descompensación de la forma social capitalista.
12 – La ciencia enemiga – La única ciencia posible para los modernos economistas y profesores está basada en el registro de precios concretos, siguiendo sus vicisitudes que pueden ser extremadamente complejas.
Como afirma el marxismo: Les professeurs à la Lanterne

El programa comunista nº12 del 12 de junio de 1954

Siguiendo el hilo del tiempo

Amadeo bordiga

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