LAS REVOLUCIONES MÚLTIPLES
1 - La posición de la Izquierda Comunista se distingue netamente no solo del eclecticismo en el terreno de la maniobra táctica, sino también del tosco simplismo de aquel que reduce toda la lucha de clases al dualismo, repetido siempre y por doquier, de dos clases convencionales que serian las únicas en actuar. La estrategia del moderno movimiento proletario tiene líneas precisas y estables, válidas para toda hipótesis de acción futura, y que deben ser referidas a las distintas «áreas» geográficas en que se subdivide el mundo habitado y a los distintos ciclos históricos.
2 - La inglesa es la primera y clásica área de cuyo juego de fuerzas fue sacada por primera vez la irrevocable teoría del curso de la revolución socialista. Desde 1688, la revolución burguesa ha suprimido el poder feudal y extirpado rápidamente las formas de producción feudales; desde 1840, es posible deducir la concepción marxista sobre el mecanismo de las tres clases esenciales: propiedad burguesa de la tierra - capital industrial, comercial, financiero - proletariado, en lucha con las dos primeras.
3 - En el área de Europa Occidental (Francia, Alemania, Italia, países menores) la lucha burguesa contra el feudalismo va de 1789 a 1871, y en las situaciones de este ciclo se impone la alianza del proletariado con los burgueses cuando éstos luchan con las armas para derrocar el poder feudal - mientras los partidos obreros han rechazado ya toda confusión ideológica con las apologías económicas y políticas de la sociedad burguesa.
4 - Los Estados Unidos de América se ponen en 1866 en las condiciones de la Europa Occidental después de 1871, habiendo liquidado formas capitalistas espurias con la victoria contra el sudismo esclavista y rural. A partir de 1871, los marxistas radicales rechazan en toda el área euro americana toda alianza y todo bloque, en cualquier terreno que fuera, con partidos burgueses.
5 - La situación anterior a 1871, a la que nos hemos referido en el inciso 3, dura en Rusia y en otros países del este europeo hasta 1917, y en ellos se plantea el problema ya conocido por la Alemania de 1848: provocar dos revoluciones, y luchar, por tanto, por las tareas de la revolución capitalista. Una condición para un paso directo a la segunda revolución, la proletaria, era la revolución política en Occidente, que falló, aun cuando la clase proletaria rusa conquistó sola el poder político, conservándolo durante algunos años.
6 - Mientras que hoy en el área de Europa Oriental puede considerarse como consumada la sustitución del feudalismo por el nodo capitalista de producción y de intercambio, en el área asiática está en pleno curso la revolución contra el feudalismo y contra regímenes mas antiguos, conducida por un bloque revolucionario de clases burguesas, pequeño burguesas y trabajadoras.
7 - El análisis ya ampliamente desarrollado ilustra cómo en estos intentos de doble revolución se han producido varios resultados históricos: victoria parcial y victoria total, derrota en el terreno insurreccional con victoria en el terreno económico social, y viceversa. Para el proletariado, la lección de las semirrevoluciones y de las contrarrevoluciones es fundamental. Entre tantos otros ejemplos, son clásicos el de la Alemania posterior a 1848 (doble derrota insurreccional de burgueses y proletarios, victoria social de la forma capitalista y establecimiento gradual del poder burgués) y el de la Rusia posterior a 1917 (doble victoria insurreccional de burgueses y proletarios, en febrero y octubre respectivamente; derrota social de la forma socialista, victoria social de la forma capitalista).
8 - Por lo menos en lo que respecta a su parte europea, Rusia tiene hoy un mecanismo de producción e intercambio ya plenamente capitalista, cuya función social se refleja políticamente en un partido y en un gobierno que han probado todas las posibles estrategias de alianzas con partidos y Estados burgueses del área occidental. El sistema político ruso es un enemigo frontal del proletariado y toda alianza con él es inconcebible, debiendo quedar no obstante bien establecido que el haber hecho triunfar la forma capitalista de producción en Rusia es un resultado revolucionario.
9 - En los países de Asia donde aún dominan economías locales agrarias de tipo patriarcal y feudal, la lucha incluso política de las «cuatro clases», aun cuando surjan a continuación poderes nacionales y burgueses, es un elemento de victoria en la lucha internacional comunista, sea por la formación de nuevas áreas aptas al planteamiento de las reivindicaciones socialistas ulteriores, sea por los golpes asestados por tales insurrecciones y revueltas al imperialismo euro americano.
SOURCE: «EL PROGRAMA COMUNISTA» N.° 36, OCTUBRE-DICIEMBRE DE 1980 («LE RIVOLUZIONI MULTIPLE», MAGGIO 1953) Y «EL PROGRAMA COMUNISTA» N.° 33, ENERO DE 1980
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