DOCUMENTOS DE LA MINORIA (continuación)
RESOLUCION DE LOS CAMARADAS BIONDO Y ROMOLO.
(Tras su regreso del frente y de que hayan tomado contacto con la delegación oficial de la Fracción).
España, en estos momentos, es la piedra angular de toda la situación internacional. Según que gane una u otra de las fuerzas en lucha, nacerá una situación diferente para Europa. La victoria de Franco significaría el reforzamiento del bloque militar de Italia y de Alemania y la victoria del Frente Popular significaría el reforzamiento del bloque militar antifascista (ambos conducen a la guerra imperialista). La victoria del proletariado, por el contrario, sería el punto de partida de la reanudación mundial de la revolución proletaria.
En España estamos ante una situación objetivamente revolucionaria. Las Elecciones de febrero, que concluyeron con la victoria del Frente Popular, fueron un cortafuego, una válvula de escape que impidió la explosión violenta de los enormes contrastes de clase. Las importantes huelgas y la agitación que le siguieron lo demuestran claramente.
La amenaza revolucionaria del proletariado alentó a la burguesía a apresurarse para contar con la ventaja de la iniciativa. Partiendo de esas premisas se llega a la conclusión de que no luchan dos fracciones de la burguesía, sino que lucha la burguesía contra el proletariado. Y de que el proletariado toma las armas para defender sus condiciones de vida y sus organizaciones contra el asalto de la reacción. Los obreros españoles han tomado las armas contra Franco por los mismos motivos que los proletarios rusos cuando las tomaron contra Kornilov.
No se trata del dilema democracia-fascismo sino del dilema capitalismo-proletariado. Y si la burguesía sigue quedándose virtualmente en el poder, si las relaciones de propiedad no se han transformado verdaderamente, hay que buscar la causa en el hecho de que el proletariado no está preparado ideológicamente, y no posee un partido de clase.
La existencia del partido de clase hubiera solucionado la cuestión a favor del proletariado a partir de los primeros días de la lucha. La revolución española no ha entrado todavía en su período de ocaso y no se pueden excluir categóricamente las posibilidades de victoria del proletariado.
Frente al capitalismo, que está luchando en dos frentes, el proletariado tiene que luchar en dos frentes: el frente social y el militar. En el frente militar, el proletariado lucha para defender lo que conquistó a lo largo de décadas de combates; en el frente social, el proletariado tiene que acelerar el proceso de descomposición del Estado capitalista, preparar el partido de clase y los órganos del gobierno proletario; eso permitirá el ataque al poder capitalista. En el frente militar, desde ahora, el proletariado tiende a echar los cimientos del ejército rojo de mañana. En las zonas que las milicias van ocupando, se están formando inmediatamente comités de campesinos y se colectivizan las tierras; eso ante las narices de los gobiernos de Madrid y Barcelona.
El grupo constituido en España considera que no ha roto con los principios de la Fracción y, por eso, es imposible no reconocerlo. Se nos pide que cortemos los contactos con el POUM y esos contactos nunca han existido. No podemos disolver la columna ya que no fuimos nosotros quienes la levantamos. Sobre la cuestión de dispersarnos entre los proletarios en los lugares de trabajo, lo haremos a medida que tengamos posibilidades para hacerlo.
(Este documento debe ser considerado como una respuesta a la resolución de la CE del 27 de agosto de 1936 y seguramente fue escrito a finales del mes de setiembre).
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