viernes, 16 de septiembre de 2011

El ausente-1921-0814(extractos)

Orgullosamente, el 14 de agosto comentaba IL Comunista del modo siguiente los llamamientos a la tregua por los partidos para apoyar el pacto de pacificación:
El ausente
“La idea en que se inspira el llamamiento a las masas o a las
autoridades políticas es la siguiente: el pacto firmado en Roma
compromete a los partidos en la pacificación y en el desarme.
Ahí está…el error. Nosotros lo lamentamos por el señor Bonomi
y sus gobernadores civiles, pero si nosotros, los comunistas, no
hemos ido a Roma, no es por evitar el inconveniente o los gastos
del viaje, sino porque nosotros sabemos bien que ni hoy ni maña-
na, las clases podrán reconciliarse ni pacificarse y que la ilusión de
una tregua en la guerra de clase quita al partido político de la clase
obrera el derecho a conducir el proletariado a la revolución.
Nosotros nos hemos abstenido porque los principios y la táctica comunista no toleran ni tregua ni miramientos en la lucha de clase, porque debemos interpretar históricamente el conjunto de las aspiraciones políticas y económicas de las clases trabajadoras, incluso si esto debe costarnos una impopularidad momentánea. Es natural que el Estado vea con simpatía una campaña como la de los socialistas para el retorno a la legalidad y al respeto de la ley. Pero nosotros que estamos contra la ley y que sabemos que en régimen burgués la normalidad equivale al reforzamiento de la autoridad de la clase dominante a expensas de las conquistas obreras y de la preparación revolucionaria del proletariado, debemos ser proscritos de la sociedad burguesa como enemigos de sus instituciones y de todos aquellos que son sus cómplices.
Con su reciente circular, el presidente del Consejo nos ha hecho un excelente servicio, puesto que justamente ha indicado de qué modo había que golpear al partido ausente de las negociaciones para el retorno a la paz social después de la firma del acuerdo entre los “pacificadores”.
Pero el ausente dice a los socialistas y a los fascistas, al gobierno y a todos los partidos de la burguesía lo siguiente:
El programa comunista y la táctica de los comunistas tanto frente a la clase burguesa como frente a los social-traidores, permanece invariable.
El Partido comunista continúa legalmente e ilegalmente su propaganda para la preparación revolucionaria del proletariado.
La acción del Partido comunista tiende al derrocamiento del Estado burgués por medio de la insurrección de la clase obrera.
No está probado que la supresión de los jefes comunistas dañe gravemente el porvenir de la revolución. Que los socialistas y el gobierno, los fascistas y la policía hagan todo lo que quieran para quitarnos la libertad de propaganda y de acción. Tienen derecho a ello, y, desde su punto de vista, tienen el deber de hacerlo. Sería curioso que dejasen a un partido la libertad de atentar impunemente contra la vida del Estado burgués. Pero nosotros declaramos abiertamente a aquellos que, ayer y hoy, han traicionado y traicionan a la clase obrera, a los Bonomi, los Mussolini y los Bacci que nosotros nos burlamos superlativamente de sus sanciones y castigos imbéciles.
Nosotros nos burlamos de las leyes que ellos respetan o que ellos dictan. Nosotros estamos contra sus leyes. Por esa razón hemos permanecido ausentes de su vergonzoso contrato. Por esa razón permanecemos solos, poco numerosos, pero fuertes, muy fuertes, invencibles: porque no queremos una tregua de vencidos, porque no pedimos tregua a los cobardes.
Así habla el ausente. Que espera tranquilamente que los espías socialdemócratas le denuncien a los mercenarios y a los policías.”

NN

DE “IL COMUNISTA” DEL 12 DE AGOSTO DE 1921

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